Organizar la casa para relajar el ambiente con los niños (truco 4)

Estamos tan acostumbrados a nuestro mundo de adultos que apenas nos damos cuenta de lo complicado que puede ser todo para un niño pequeño.

Nos pasamos el día diciéndoles lo que NO pueden hacer, lo que NO pueden tocar y lo que NO pueden comer.

Los niños se sienten así frustrados y acumulan tensión. Se desesperan, les reñimos, nos desafían con su agresividad, nos desesperamos y el círculo no se cierra nunca. Al final somos todos una olla exprés a punto de explotar ¿y por qué? Por una maceta rota, una mancha en el sofá o un poco de desorden.

¿Tiene eso tanta importancia como para desequilibrar a toda la familia? ¿No sería más fácil que adaptáramos la casa para que niños y grandes podamos convivir en armonía?

¿Os imagináis que al entrar a la habitación de los niños ellos gritaran “NOOOO” “NO TOQUES ESO” “SIEMPRE ESTÁS IGUAL” “NO CUIDAS NADA” “¿TIENES QUE ROMPERLO TODO?”

Bueno, pues eso es lo que algunas veces hacemos cuando se trata de nuestro móvil, nuestro ordenador, nuestras macetas, fotos, documentos…

Les hacemos sentir  que no hay espacio para ellos, que lo importante son los adultos, que TODO es nuestro. Un ejemplo que luego ellos siguen en el parque con SUS juguetes y no alcanzamos a comprender.

Por eso, me gustaría proponeros algunas ideas que a mí me han sido de gran utilidad para relajar el ambiente:

SALÓN

Pon todos los objetos delicados en estantes altos: jarrones, macetas, ceniceros, móviles, portafotos…y todo aquello que no deban tocar los niños (llaves, dinero, papeles…). Así no tendrás que decir “NO” constantemente.

Déjales un pequeño espacio para que jueguen. Da igual cuanto sitio tengan en el resto de la casa, a los niños les gusta jugar donde tú estás. Si les dejas un cajón para guardar algunos juguetes, estará todo más ordenado al final del día.

Aparatos eléctricos

Enséñales lo antes posible a usarlos. A menudo los toquetean por curiosidad, dándole a todos los botones para entender su funcionamiento. Una vez que saben usarlos, pierden parte de su interés y además los usan con más cuidado, pues saben lo que están haciendo.

Esto vale tanto para la cadena de música, el DVD, la tele, el ordenador, la play, como para la lavadora o el lavavajillas. A los dos años y medio o tres pueden ser totalmente hábiles en su uso.

Si aún no te atreves, ponlos en alto, dentro de un armario o con algún sistema de protección. Y ya de paso, recuerda proteger también los enchufes. El caso es no tener que gritarles ni estar en continua tensión.

SU CUARTO

Procura no poner nada delicado, como lámparas, estantes o cuadros de cristal. Así podrán jugar allí a la pelota, dardos, teledirigidos y mil cosas más que se les ocurrirá lanzar por el aire. Recuerda que son niños. Necesitan actividades enérgicas para desfogar o se/te volverán locos.

En algún sitio de la casa tienen que sentirse ellos mismos, en la medida de lo posible, claro.

Si les pones los juguetes a mano (en cajones o estantes bajos), pueden elegir ellos su actividad sin estar demandando continuamente tu atención. Para aprender a jugar solos, los niños tienen que aprender a aburrirse. De esa manera encontrarán aficiones significativas para ellos. Si cuando se aburren les ponemos la tele, luego necesitan más nuestra presencia y la de otros para jugar.

Otra cosa que siempre me ha gustado es poner los cuentos a su alcance y aunque no siempre los cuiden como debieran, se que con paciencia aprenderán a respetarlos. No hace falta que diga aquí todo lo que un libro fomenta en un niño.

COCINA

Ten a mano cacharros y utensilios que puedan utilizar. Ellos te imitan en todo lo que tú haces y… no paras de cocinar. Si los mantienes ocupados mientras lo haces, no habrá tensiones y puede incluso que aprendan algo, además de ser una gran ayuda en pequeñas cosas como batir huevos, aliñar ensaladas, mezclar ingredientes, pelar ajos, lavar frutas y verduras…

Si además les dejas un delantal a mano y un cubo con agua, la diversión está asegurada. Tendrás que estar un poco pendiente, claro. Pero luego están más relajados y además fomentas su concentración, creatividad y, aunque parezca algo trivial, aprenden física y matemáticas. Pensarás que esto vale también para el baño y es cierto. Sin embargo, cuando la actividad la eligen ellos espontáneamente y no cuando “toca bañarse”, le sacan mucho más provecho.

 

Muchas de estas ideas están basadas en las teorías de María Montessori y Rebeca Wild.

 

Si queréis ampliar información sobre esta forma de educar podéis leer:

INTERNET:

http://www.espaciologopedico.com/revista/articulo/196/articulos2.php?Id_articulo=200 (resumen de la pedagogía Montessori).

http://pdn.pangea.org/wp-content/uploads/educar-para-ser-rebeca-wild.pdf (libro “educar para ser” en pdf).

http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=21627 (etapas del desarrollo del niño según Rebeca Wild).

LIBROS:

– “Enseñanza Montessori en el hogar” de Elizabeth Hainstock.

– “Jugar y aprender. El método Montessori” de Lesley Britton.

– “Educar para ser. Vivencias de una escuela activa” de Rebeca Wild.

– “Libertad y límites. Amor y respeto. Lo que los niños necesitan de nosotros” de Rebeca Wild.

 

 

Sé que tienes muchas más ideas. Compártelas (por simples que te parezcan) y fomentemos ambientes más funcionales y relajados para todos. Nuestros niños nos lo agradecerán.